Montaplatos, indispensable en hostelería

El sector hostelero existe desde hace miles de años, y lo cierto es que le quedan muchos miles de años más. Su evolución ha sido satisfactoria, pero todavía queda mucho por modernizar este sector.

En este post te contamos los tipos y ventajas que supone un montaplatos para el sector de la hostelería. ¡Sigue leyendo!

¿Cómo funciona?

Un montaplatos consiste en una estructura que puede transportar platos o pequeños elementos de una planta a otra. Normalmente se trata de una estructura reducida, ya que es para transportar pequeños componentes, y se divide en distintos niveles por medio de bandejas.

Aún así, el tamaño de este suele variar, tanto en anchura, altura y profundidad, de manera que se puede ajustar a los deseos y necesidades del comprador. Además, una de las ventajas que encontramos con este mecanismo es que está diseñado para trabajar cómodamente con él, ya que se encuentra a la altura adecuada para poner o quitar los platos. Más o menos a la altura del mostrador o de la encimera de la cocina.

Sabiendo ya cuál es su función, es muy normal que se use en el sector de la hostelería, ya que acaba ahorrando tiempo y espacio. Asimismo, está fabricado especialmente para este tipo de sectores.

Tipos de montaplatos

Además, debes saber que existen dos tipos principales de montaplatos, los cuáles se diferencian principalmente por su forma de funcionamiento.

Montaplatos eléctrico

El mecanismo de los montaplatos eléctricos es muy básico, se trata de una cabina y un contrapeso, los cuáles se encuentran guiados por una estructura de soporte y unidos por un cable de acero. Por otro lado, y como su nombre indica, se encarga del movimiento de la estructura un motor eléctrico. el cuál también se encuentra unido al sistema, usualmente por medio de una polea. Aún así, también se pueden encontrar sistemas sin contrapesa, pero suelen disponer de un motor eléctrico más potente, ya que no cuenta con la ayuda del contrapeso.

montaplatos

Además, el sistema de control del mecanismo se encarga de que el montaplatos pare y arranque de manera progresiva, ya que de lo contrario afectaría negativamente a los platos con alimentos transportados.

Normalmente, estas estructuras pueden cargar entre 50-100 Kg, y se desplazan a una velocidad de 30-50 cm por segundo.

La principal ventaja de este tipo de montaplatos es que permite desplazarse a mayores alturas y a una velocidad ligeramente superior al montaplatos hidráulico, aunque siempre con un máximo para no sufrir desperfectos en los platos transportados.

Montaplatos hidráulico

El mecanismo de funcionamiento de los montaplatos hidráulicos consiste en un motor eléctrico y una bomba que proporciona un fluido hidráulico a unos cables, que mediante la presión que ejerce eleva la cabina de carga.

Por otro lado, cuando queremos que el montaplatos baje, simplemente ese fluido hidráulico vuelve a la bomba de manera progresiva. Además, en este recorrido de bajada, el motor eléctrico no actúa, por lo que consume menos energía.

Asimismo, el montaplatos hidráulico cuenta con un sistema para que las paradas y los arranques no sean bruscos, al igual que los montaplatos eléctricos. Y, también, cuentan con una capacidad de carga de 50-100 Kg, aunque es fácil aumentar esa capacidad.

¿Por qué instalar uno?

Ya se trate de un montaplatos eléctrico o hidráulico, ambos son de gran utilidad, ya que cumplen con los estándares de calidad y cuentan con una gran durabilidad. Aparte, los montaplatos están pensados especialmente para ahorrar tiempo y facilitar el desplazamiento de los elementos necesarios, lo que al final puede ser un punto de diferenciación con los restaurantes de tu alrededor.

En MG7 contamos con un equipo de expertos y profesionales que puede ayudarte a encontrar el montaplatos que mejor se adapte a tu restaurante ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!