Una de las maneras más auténticas de desplazarse por Lisboa son los ascensores y elevadores, considerados Patrimonio Nacional. Subir en elevador es, al igual que montar en tranvía, una de las experiencias lisboetas que no debéis perderos. La ciudad portuguesa cuenta con algunos ascensores encantadores, y que nos ayudarán a subir y bajar las colinas de Lisboa sin cansarnos.
Si aún no los conoces, descúbrelos con MG7 Elevación:
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Elevador de Lavra.
Este es el funicular más antiguo de Lisboa, inaugurado en 1884. En su origen, el elevador funcionaba a vapor, pero con los años se modernizó gracias a la instalación de electricidad en la red de tranvías de Lisboa. Declarado Monumento Nacional desde 2002, este elevador cuenta con capacidad para 42 personas.
Lo más curioso de su recorrido, que conecta la calle Câmara Pestana con Largo da Anunciada, es que es casi completamente curvo. Muy cerca de su terminación, se encuentra uno de los jardines más íntimos y bonitos de Lisboa, el Jardim do Torel. Para llegar hasta él, tendréis que callejear unos 10 minutos desde la salida del ascensor, para que podáis disfrutar de una bella panorámica de la ciudad.
Fuente: Pinterest
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Elevador de Glória.
El segundo de los funiculares de Lisboa, el elevador de Gloria, fue inaugurado en 1885, un año más tarde que su “hermano” Elevados de Lavra. En sus comienzos contaba con dos grandes tanques de agua instalados en la parte trasera y delantera. Después se pasó al vapor y, finalmente, en 1914 comenzó a operar con energía eléctrica.
Comunica la Plaza de los Restauradores con el precioso mirador de San Pedro de Alcántara, imagen habitual de la ciudad con su color amarillo y sus peculiares graffitis. Este ascensor transporta a los viajeros hasta el Barrio Alto, en sus más de 260 metros de subida, siendo el más utilizado de la ciudad, al estar en pleno centro.
Al igual que todos ellos, desde febrero de 2002 está declarado Monumento Nacional.
Fuente: Pinterest
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Elevador de Bica.
El ascensor da Bica es el tercero de los elevadores del XIX de Lisboa, inaugurado en junio de 1892, y al igual que los demás, fue declarado Monumento Nacional en el año 2002. En su ascenso hacia el Barrio Alto, se encuentra escondido en la Rua da Bica, muy cerca de Cais do Sodré.
Es el funicular más popular, y también el más empinado. A bordo de él, nos transportaremos hasta el siglo XIX mientras disfrutamos de una vista típicamente lisboeta, entre casas de color pastel. Al final del recorrido nos espera el Mirador de Santa Catalina, desde donde podremos admirar el río.
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Elevador de Santa Justa.
Y por último, con sus 45 metros de altura, el Elevador de Santa Justa, conocido, en su origen, como “Elevador do Carmo”, conecta la Baixa con el barrio del Chiado, y es una de las atracciones turísticas obligadas de Lisboa.
Terminada su construcción en 1902, y de estilo neogótico, posee una estructura de hierro inspirada en las técnicas ya aplicadas en otras construcciones francesas de grandes dimensiones, como la Torre Eiffel. En su interior, dos ascensores revestidos de madera, transportan a los viajeros hasta una amplia terraza donde podremos obtener unas buenas vistas del río y de toda la Baixa, la Plaza de Rossio, la Plaza del Comercio y el Castillo de San Jorge.
Como curiosidad, cabe señalar que entre todos los elevadores y ascensores de Lisboa, es el único configurado de forma totalmente vertical, ya que los otros son funiculares.
Fuente: Pinterest
El mundo de los elevadores es más fascinante de lo que parece. Desde MG7 Elevación, queremos recordaros que estamos a vuestro servicio.
¡Hasta la próxima!