Nos encantan las curiosidades, ¡y si son sobre ascensores mucho más! Por esto hoy os traemos unas cuantas para que las conozcáis con nosotros:
¿Sabías que en la edad media ya había ascensores?
En la antigüedad ya existían sistemas de elevación que eran capaces de transportar a personas y objetos a diferentes alturas con mayor facilidad. Y, aunque eran muy rudimentarios hacían perfectamente su función. No hacían uso de motores o tecnología como actualmente, si no con mecanismos que funcionaban con fuerza animal o humana para mover la cabina.
Luis XV de Francia y su elevador de Versalles
La historia cuenta que el rey ordenó la instalación de un elevador en la fachada del Palacio de Versalles para poder visitar cada noche a su amante sin tener que atravesarlo de una punta a otra. La amante, que vivía en la segunda planta, recibía la visita del monarca que subía en un ascensor con mecanismo de poleas.
El freno revolucionó el ascensor
Antes de que este existiera, los ascensores tenían un problema de seguridad bastante elevado y es que si se cortaba o se partía la cuerda el ascensor se desplomaba completamente. Esto cambió en el año 1853 cuando Elisha Graves dio a conocer en Nueva York el invento que revolucionaría el mundo de los ascensores: el mecanismo de freno.
Espejito, espejito…
¿Alguna vez te has preguntado porque todos los ascensores (o al menos la gran mayoría) tienen un espejo en su interior? Aunque puedas pensar que es para ver lo bien que vamos por las mañanas su función es generar sensación de amplitud y disminuir así la claustrofobia que puede generar un espacio tan reducido y cerrado.
Los ascensoristas nos acompañaron hasta 1957
Seguramente hayas visto la imagen de los ascensoristas, aunque sea en películas. Esta figura, que ya se perdió, eran los encargados de acompañar a los viajeros en sus trayectos en ascensor y de abrirles y/o cerrarles las puertas. Además, también se ocupaban del entretenimiento generando conversación a los usuarios.
¡Ábrete sésamo!
Vale, no es algo mágico, pero que se abrieran las puertas de manera automática fue toda una revolución. Fue en agosto de 1957 cuando este nuevo mecanismo se empezó a instalar en los ascensores, lo que hizo más cómoda la experiencia de los viajeros, pero dejando a los ascensoristas sin una de sus funciones principales.
El esquema de los dados
¿Sabías que la manera en la que nos colocamos en un ascensor según el número de viajeros se asemeja a las caras de un dado? Está comprobado que, al estar en un sitio tan reducido vemos nuestro espacio vital invadido, por lo que vamos imitando las posiciones de los puntos del dado según se va aumentando el número de personas que viajan en un ascensor. Si viajamos solos solemos situarnos en el centro, si entra una segunda persona nos colocamos cada uno en una esquina, si son tres las personas que comparten el trayecto entre plantas se tiende a formar un triángulo, una persona en cada punta si son cuatro, igual, pero con una en el centro en el caso de que sean cinco y tres por lado si son seis. ¿Te habías dado cuenta de ello? ¡Seguro que la próxima vez te fijarás!
¿Conocías alguna de estas curiosidades? ¿Sabes alguna que no hayamos compartido? ¡En MG7 Elevación estaremos encantados de conocerlas!